Relieve

El relieve en zonas de karst

Francisco Bautista Zúñiga, leptosols@ciga.unam.mx. Centro en Investigaciones en Geografía Ambiental, Universidad Nacional Autónoma de México. Yameli G. Aguilar Duarte, yaguilar@pmip.unam.mx Instituto Nacional de Investigaciones Forestales,  Agrícolas y Pecuarias.

Las formas del relieve en zonas de karst son diversas y dependen de la escala de la que se trate. Las formas del relieve a escala pequeña pueden ser planicies, lomeríos y montañas. Las planicies pueden ser horizontales, subhorizontales, onduladas y colinosas. Los lomeríos o conjunto de lomas pueden diferenciarse si son alineados o son aislados o por tamaño (altos o bajos). Las montañas por tamaño.

A escalas grandes las formas del karst son desde centímetros por los tipos de lapiaz; o metros como los montículos cuando son relieve positivo o los pozos, sumideros, dolinas y uvalas cuando el relieve es negativo; y de kilómetros como los poljes. A estas formas del relieve que se ven desde la superficie se le llama exokárst o epikarst pero además también existe un relieve interno denominado endokarst.

La composición de la roca, clima, fallas, fracturas y el tiempo de exposición de las plataformas son los factores que generan el relieve kárstico. Para un mejor entendimiento del karst se recomienda una mirada interdisciplinaria combinando la morfometría kárstica con la geofísica, química del agua, propiedades del suelo (como la humedad y el pH) y la espeleología. Una característica básica del karst es su discontinuidad en todos los aspectos, incluidas las formas del terreno.